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SANTIAGO, NL., 4 de junio de 2025.- Un escalofriante intento de secuestro y tráfico de órganos fue denunciado por Oswaldo Martínez ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León. Según su testimonio, su propia empleada doméstica y su pareja sentimental planeaban secuestrar a su hija para extraerle un riñón, lo que quedó registrado en mensajes de WhatsApp que el denunciante presentó como prueba ante las autoridades.
“Ocupo un riñón de la niña, ya voy a lavar la cochera, ok… ocupo un riñón de la niña, ok, riñón… sí, de la niña”, son las frases que, según Martínez, fueron escritas por su empleada y enviadas a su pareja sentimental, revelando las intenciones delictivas del dúo.
La denuncia fue interpuesta formalmente este lunes en las instalaciones de la Fiscalía ubicadas en Santiago, Nuevo León, después de varios intentos fallidos por lograr que su voz fuera escuchada. Oswaldo relató que, tras descubrir el contenido de los mensajes, intentó levantar la acusación desde el sábado, pero fue canalizado al área de denuncia virtual, donde no había sistema operativo.
“He estado tratando de llamar desde el sábado. Aquí tengo una captura donde se conectó, pero nunca nadie salió”, expresó visiblemente frustrado ante los medios. Acompañado por su abogado, Gerardo Rincón Flores, Oswaldo regresó el domingo por la mañana y nuevamente por la noche, sin obtener respuesta.
Fue hasta el lunes cuando finalmente logró presentar la denuncia en forma, mostrando a su abogado y a los fiscales los mensajes que alertaron sobre el siniestro plan.
En su declaración, Oswaldo relató que la confrontación con la empleada ocurrió cuando descubrió que ocultaba objetos robados de su casa.
“Cuando yo me metí de atrás pa' dentro, traía más cosas que nos estaba robando, que tenía escondidas… Le dije que ya le había marcado al 911 y se puso muy nerviosa”, recordó.
Martínez confesó que teme por su vida y por la seguridad de su familia: “Tengo mucho miedo… la mujer se lo mandó a su pareja, no sabemos si es un grupo delictivo, si son secuestradores, no sabemos qué clase de delincuentes son, pero de que lo son, sí lo sabemos, porque la información se la mandó al esposo”.
La familia espera ahora que la Fiscalía actúe de inmediato para iniciar una investigación formal en contra de la empleada doméstica y quienes pudieran estar implicados en este presunto intento de secuestro con fines de tráfico de órganos.
El caso ha generado conmoción local y vuelve a encender la alerta sobre la necesidad de un acceso eficiente y ágil a los sistemas de denuncia, así como de mayor vigilancia en temas de seguridad familiar y doméstica.