
Cumplen orden de aprehensión contra presunto homicida del exdirector de El Carmen
MONTERREY, NL., 17 de agosto de 2025.- La pasión por el fútbol volvió a mancharse de violencia. Lo que debía ser una fiesta deportiva en el Estadio Universitario terminó en caos, golpes y gritos de auxilio, cuando al finalizar el encuentro entre Tigres y América se desataron varias riñas en las gradas, dejando como saldo un hombre lesionado y tres aficionados detenidos.
El ambiente ya era tenso desde los últimos minutos del partido, con provocaciones entre porras y cánticos que pasaron de la rivalidad deportiva a los insultos. Sin embargo, fue al término del encuentro cuando la violencia estalló.
Videos difundidos en redes sociales muestran el momento exacto: en una de las secciones del estadio, un hombre con playera blanca fue acorralado y brutalmente golpeado por un grupo de seguidores felinos. Patadas, puñetazos y empujones se mezclaron con los gritos de quienes pedían que se detuviera la agresión, mientras otros aficionados grababan la escena con sus teléfonos celulares.
La situación se salió de control por unos minutos. Elementos de Seguridad Interna del estadio tuvieron que solicitar el apoyo inmediato de la Policía de San Nicolás, que ingresó a las gradas para separar a los rijosos e identificar a los responsables.
Tras la intervención, los oficiales lograron detener a tres hombres señalados como quienes iniciaron y participaron activamente en la riña. Fueron identificados como:
Los tres fueron trasladados bajo custodia y puestos a disposición del Ministerio Público, donde enfrentarán cargos por violencia en eventos deportivos, delito que puede derivar en sanciones económicas y prohibiciones para ingresar a estadios.
El aficionado agredido fue atendido en el lugar por paramédicos y posteriormente trasladado a un hospital cercano. Se informó que presentaba diversas lesiones, aunque su estado de salud fue reportado como estable.
La bronca no solo encendió las gradas, sino también las redes sociales, donde los videos y fotografías del incidente se hicieron virales, generando indignación entre la afición.
Las autoridades municipales y la directiva del club reiteraron el llamado a erradicar la violencia en el futbol y garantizar que la rivalidad deportiva no se convierta en un campo de batalla.
Lo que debía ser una noche de futbol en el Volcán terminó con sirenas, detenidos y un lesionado. Un recordatorio de que cuando la pasión se desborda y se convierte en violencia, el deporte pierde su esencia.