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MONTERREY, NL., 10 de junio de 2025.- El papel de los papás tiene un papel fundamental en la construcción de los hijos como personas, señaló la psicoterapeuta con enfoque conductual y contextual, Lizeth González.
“La figura paterna es una base fundamental para construir la seguridad emocional de las personas y también nos brinda muchas habilidades con las cuales nos relacionamos con las personas”, explicó la especialista en conducta, indicando que por ello es normal ver niños imitando poses de sus papás, por ejemplo.
La relación con los papás repercute directamente en el modo en el que las personas se perciben, confían y en cómo afrontan la vida. Un padre marca la forma en la que se lidia con el afecto, la forma en la que se reacciona o resuelven conflictos pero, sobre todo, en cómo se percibe el logro y el fracaso.
“También hay que entender que solo se es papá una vez en la vida, la experiencia completa, no de que ‘tengo tres hijos entonces fui papá tres veces’, no, no, no; todo es nuestra primera vez viviendo, entonces es nuestra primera vez paternando o maternando.
“Así que todas las personas, para ejercer nuestra paternidad o maternidad, tomamos en cuenta los aprendizajes que ya tenemos de nuestros papás y buscamos replicar aquello que nosotros pensamos que funcionó”, explicó la psicoterapeuta. No obstante, igualmente detalló que nadie está condenado a replicar una conducta.
Pese a que la relación con un padre tiene una influencia tanto positiva como negativa, apuntó que es responsabilidad de cada uno como adulto hacerse responsables de estos patrones.
“Si nos damos cuenta de estas heridas o de estos patrones, y logramos trabajarlo para resignificar esta herida, ya no se replica o ya no se hereda; el patrón se termina conmigo cuando decido hacerme responsable de trabajar en estas heridas”, dijo González.