Monterrey, Nuevo León México a 30 de julio de 2025
¿Avistamiento de un oso? Conoce el protocolo de Parques y Vida Silvestre
29 de julio de 2025
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15:31
Parques y Vida Silvestre NL
Zully Acosta/Quadratín Nuevo León
MONTERREY, NL., 29 de julio de 2025.- Actualmente es muy común presenciar avistamientos de fauna silvestre en zonas urbanas, especialmente de osos negros. Ante esta situación, Parques y Vida Silvestre de Nuevo León explica el protocolo que se sigue una vez realizado el reporte.
Generalmente, los avistamientos se reportan a Protección Civil, que atiende el suceso de primera mano. Sin embargo, son los médicos veterinarios de Parques y Vida Silvestre quienes se encargan del seguimiento: la captura, evaluación y posterior liberación del ejemplar.
Una vez capturado, se aprovecha la anestesia para realizar estudios de sangre que permiten conocer el estado de salud del animal. Posteriormente, se le coloca un arete de identificación.
“A todos los osos se les coloca un arete con un número de expediente que concentra toda su información: estudios realizados, lugar de captura, antecedentes de conflicto. Esto nos ayuda a dar un seguimiento oportuno”, señala la médico Marcela Aguayo.
Algunos ejemplares también son candidatos para portar un collar con GPS, que permite monitorear su ubicación y determinar si se acercan a zonas pobladas o si están siendo atraídos por algún sitio en particular.
El médico veterinario David Carrera explica que para la reubicación se considera el “ámbito hogareño” del animal, es decir, el territorio que utiliza para cumplir con sus funciones biológicas. Por ello, suelen liberarse entre tres y cuatro kilómetros dentro del parque natural donde fue localizado.
“No queremos exponerlos a los riesgos que implicaría llevarlos más lejos”, señala.
Mover a un oso fuera de la zona urbana no garantiza que no vuelva. Por eso, el protocolo también contempla eliminar los atrayentes como los residuos mal manejados, en lugar de alejarlo excesivamente.
La norma estatal ambiental NAE-SMA-009-2024 establece que los grandes generadores de residuos (hoteles, cabañas, parques, edificios, restaurantes, etc.) ubicados cerca de zonas naturales deben modificar su sistema de almacenamiento para evitar que la fauna silvestre tenga acceso a ellos.
En el caso de los ejemplares reincidentes, el protocolo contempla su liberación en un entorno más natural y alejado de la población.
Evitar alimentar a la fauna silvestre es una de las principales recomendaciones para reducir los avistamientos en áreas urbanas.
“Esta interacción entre los animales, las personas y el ecosistema, a veces parte de buenas intenciones, pero desde la ignorancia terminamos causando un daño al equilibrio natural”, concluyen los especialistas de Fauna y Vida Silvestre.