
Salvan a hombre herido tras caída en el Cerro Agujerado en Juárez
MONTERREY, NL., 17 de agosto de 2025.- Lo que comenzó como una discusión vecinal en la colonia Viviendas Magdalena terminó convirtiéndose en una pesadilla para los habitantes de Juárez. Un joven de 25 años sembró el terror la noche del sábado, dejando tras de sí un rastro de violencia que cobró la vida de tres personas, hasta que fue capturado por la policía tras una persecución.
De acuerdo con testigos, el agresor salió de una vivienda armado con un rifle y en cuestión de minutos disparó contra un vecino, quien cayó abatido en la banqueta. No satisfecho, el atacante giró el arma contra otro hombre —aparentemente su amigo y presunto cómplice— y lo ejecutó a sangre fría.
Con dos víctimas a sus espaldas, el joven huyó a pie por las calles de la colonia. En su camino se topó con una pareja que circulaba en un automóvil. Sin mediar palabra, los amenazó, los atacó y despojó al conductor de la unidad, obligando a la mujer a permanecer con él como rehén.
La huida no duró mucho: al circular por calles cercanas, el sujeto chocó contra otro vehículo. Fue entonces cuando, en un arranque de violencia, asesinó a la mujer que lo acompañaba.
Desesperado, el atacante abandonó el auto siniestrado y robó un taxi, emprendiendo la fuga hacia la carretera a San Roque. Para ese momento, la Policía de Juárez ya había desplegado un fuerte operativo en la zona. Tras una persecución, lograron interceptarlo y detenerlo antes de que siguiera cobrando más vidas.
El detenido, identificado preliminarmente como un hombre de 25 años, fue puesto a disposición del Ministerio Público, mientras la Fiscalía General de Justicia del Estado abrió una carpeta de investigación para reconstruir paso a paso la brutal secuencia de crímenes.
Vecinos de la colonia y habitantes de Juárez expresaron su consternación y miedo tras el violento episodio: “nunca pensamos vivir algo así, fue como una película de terror”, relató una vecina que presenció parte de la tragedia.
El caso mantiene en vilo a la comunidad, no solo por el saldo mortal, sino por la crudeza con la que el agresor actuó en cuestión de minutos.